Vierta 250 ml de leche, 300 g de crema y 100 g de azúcar en una cazuela. Caliente a fuego lento y, justo antes de que hierva la crema, ponga 9 g de gelatina en un recipiente con agua fría. Luego déjela en remojo durante unos dos minutos.

Cuando la crema comience a hervir, escurra la gelatina y añádala a la mezcla. Revuelva lentamente y apague el fuego. 

Añada el whisky y revuelva hasta obtener una textura suave. Tome 5 vasos, vierta unos 100 g de la mezcla en cada uno y déjelos reposar en el frigorífico durante unas 24 horas.

 

Cuando el café esté listo, vierta una taza de café espresso sobre la crema en cada vaso. El café irlandés al revés ya está listo para servirse.