Desde allí, los mercaderes holandeses lo llevaron al resto del mundo. Esta es la razón por la que también se conoce como café holandés o café al estilo Kioto.

 

Para hacer este café necesitará una cafetera cold brew en torre y... ¡mucha paciencia! 

 

A diferencia del espresso italiano, el secreto de esta preparación radica en la lentitud con la que el agua se filtra, gota por gota, a través del café molido. Como cualquier estrella, el cold brew coffee también tiene sus propios secretos.